10 de febrero de 2021
En el contexto de la transformación del ecosistema energético mundial, presentamos un nuevo enfoque para reducir las emisiones de carbono del sector de la computación en nube y, al mismo tiempo, fomentar el despliegue de plantas fotovoltaicas privadas a pequeña escala. Consideramos el coste de oportunidad de trasladar algunos servicios en la nube a instalaciones informáticas privadas, distribuidas y alimentadas con energía solar. Para ello, comparamos los ingresos potenciales de arrendar recursos informáticos a un pool de nubes con los ingresos obtenidos vendiendo el excedente de energía a la red. En primer lugar, estimamos el consumo de las instancias virtualizadas de computación en nube, estableciendo una métrica de eficiencia computacional por potencia fotovoltaica nominal instalada. A partir de esta métrica y caracterizando la producción solar anual del emplazamiento, estimamos la rentabilidad total y el payback. Los resultados muestran que el modelo es económicamente viable y técnicamente factible. Por último, describimos las numerosas cuestiones que siguen abiertas, como la seguridad, y las barreras fundamentales que hay que abordar, relacionadas principalmente con un modelo de nube gobernado por unos pocos grandes actores.
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