1 de diciembre de 2022
En todo el mundo hay miles de millones de dispositivos desplegados, conectados y comunicándose con otros sistemas. Sensores y actuadores, que pueden ser dispositivos fijos o móviles. Estos dispositivos Edge se consideran parte de los dispositivos de la Internet de las Cosas (IoT), a los que puede hacerse referencia como un nivel del paradigma Computing Continuum. El éxito de este ecosistema depende principalmente de dos factores. La primera es la interoperabilidad entre dispositivos y sistemas. Principalmente, porque la mayoría de ellos se comunican de forma única y diferente entre sí, lo que da lugar a datos heterogéneos. La segunda cuestión es la falta de capacidad de decisión para llevar a cabo actuaciones, como la comunicación a través de distintos niveles de computación en función de las restricciones de latencia debidas a un determinado factor medido. En este artículo, proponemos una ontología para mejorar la interoperabilidad de los dispositivos en el IoT. Además, también explicamos cómo facilitar la comunicación de datos entre dispositivos Computing Continuum, proporcionando herramientas para mejorar la gestión de datos y la toma de decisiones. También se presenta un caso de uso, utilizando la industria del automóvil, donde la rapidez en la determinación de maniobras es clave para evitar accidentes. Se ejemplifica usando dos dispositivos Raspberry Pi, conectados usando diferentes redes y eligiendo la apropiada dependiendo de las condiciones del contexto.
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