¿Qué hay después del Internet de las cosas? El Internet táctil.

Internet cambió el paradigma y pasó a definir las economías de finales^del siglo XX. Sin embargo, después de esa Internet de ordenadores conectados se convirtió en la Internet móvil, que conectó miles de millones de teléfonos inteligentes y ordenadores portátiles, y volvió a redefinir segmentos enteros de la economía en la primera década del siglo^XXI. En la actualidad, asistimos a la aparición de la Internet de las cosas (IoT), que pronto conectará billones de objetos y empezará a redefinir de nuevo varias economías de esta década.
Estas diferentes encarnaciones de las actuales Internets se verán eclipsadas por la aparición de la Internet Táctil, que creemos que es un verdadero cambio de paradigma, en el que una conectividad de red suficientemente sensible y fiable permitirá ofrecer experiencias físicas y táctiles a distancia. Por ejemplo, imaginemos la entrega de equipos hospitalarios (posiblemente automontables) en las zonas actuales de África Occidental que sufren la epidemia de ébola. Los mejores médicos y cirujanos podrían entonces realizar diagnósticos e incluso cirugías a distancia utilizando tecnologías táctiles conectadas.
Dado que la Internet táctil dará servicio a aspectos realmente críticos de la sociedad, tendrá que ser ultrafiable, tal vez un segundo de interrupción al año, soportar una latencia muy baja y retrasos cortos de extremo a extremo del orden de los milisegundos, y tener capacidad suficiente para permitir que un gran número de dispositivos se comuniquen entre sí de forma simultánea y autónoma. Podrá interconectarse con la Internet tradicional por cable, la Internet móvil y la Internet de las cosas, formando así una Internet de dimensiones y capacidades totalmente nuevas.
Imaginamos que la Internet táctil impulsará, en el ecosistema de empresa a empresa, los mercados de los coches autónomos, los mercados de la atención médica a distancia, la extracción de recursos energéticos y la generación de energía, y otros sectores difíciles. Para los consumidores, revolucionará la forma en que enseñamos, aprendemos e interactuamos con nuestro entorno. Un análisis preliminar del mercado ha revelado que el mercado potencial podría alcanzar los 20 billones de dólares en todo el mundo, alrededor del 20% del PIB mundial actual.
En los bordes, la Internet táctil será habilitada por la Internet de los objetos y los robots actuadores. Los datos de contenidos y habilidades se transmitirán a través de una red central 5G significativamente más potente, así como de la Internet de próxima generación. Sin embargo, la velocidad finita de la luz requerirá que gran parte de la inteligencia de la nube se habilite cerca del borde, cerca de la experiencia táctil.
A diferencia de las anteriores redes de Internet, que permitían la entrega de contenidos, la Internet táctil será un elemento que facilitará la entrega de competencias, por lo que será una tecnología muy oportuna para las economías impulsadas por los servicios y las competencias, como las que predominan en Europa. En mi calidad de catedrático de comunicaciones inalámbricas en King's London, estoy impulsando esta iniciativa pionera, junto con numerosos colegas del sector.