Control industrial multidisciplinar para potenciar la nueva era multisectorial

El siglo XIX fue la era de la industrialización. El siglo XX ha sido el auge de la era tecnológica. Ahora, a principios del siglo XXI, las administraciones, las empresas y las personas están cada vez más centradas en entrar en redes integradas, tanto en lo cultural como en lo social, lo económico y lo político.
Estamos en la era de las comunicaciones integradas. Las comunicaciones son la capacidad de conectar diferentes elementos (personas, dispositivos, procesos, etc.) para formar una fuente integrada de intercambio de información, que puede aplicarse para participar en una solución global. En el auge de esta nueva era, las empresas grandes y pequeñas se están comprometiendo a establecer enormes proyectos multisectoriales que permiten dirigirse a diversos mercados y negocios: no hay futuro para las empresas con un enfoque estrecho, ya que sólo serán absorbidas por un mundo global que persigue soluciones integradas.
La era de los proyectos especializados centrados únicamente en la energía, las infraestructuras civiles o el medio ambiente está llegando a su fin. Cada día vemos más cómo las grandes empresas se involucran en proyectos multisectoriales: constructoras que añaden valor a su propuesta integrando medidas de protección de la fauna, empresas de petróleo y gas que van más allá de los campos petrolíferos para construir sus propias infraestructuras de transporte autónomo interterritorial y se ocupan de los posibles problemas medioambientales, etc.
Siguiendo esta tendencia (y también unas leyes más estrictas), la mayoría de los proyectos modernos requieren un seguimiento multidisciplinar para controlar en tiempo real todo lo que está directa o indirectamente relacionado y que puede tener alguna causa o consecuencia en sus fases de diseño, desarrollo, construcción y funcionamiento. Así, en la era de la integración de las comunicaciones en la que nos movemos, los nuevos proyectos del negocio multisectorial globalizado requieren de soluciones de monitorización multiparamétrica y multienfoque que permitan responder a todas las demandas de nuestra globalización.
Por lo tanto, estas soluciones deben proporcionar datos de todos los campos: un proyecto de ingeniería civil necesita tanto de datos estructurales como de datos geotécnicos y medioambientales.
¿Qué sentido tiene controlar un asentamiento del terreno si estos datos no están relacionados con los datos medioambientales y meteorológicos? Otro ejemplo: para ser eficientes y cumplir la normativa (y entrar en la era digital), la mayoría de los yacimientos petrolíferos necesitan datos de todo tipo de parámetros: geotécnicos (para controlar el suelo y las zonas circundantes), medioambientales (para detectar posibles riesgos y/o causas de inestabilidad), industriales (para seguir y optimizar la producción), geofísicos (para explorar el desarrollo en zonas existentes o nuevas), estructurales (para prevenir el envejecimiento de las infraestructuras de posible colapso), químicos (para analizar la evolución de los fluidos o las fugas de gas), entre otros.
En este sentido, las redes de detección que permiten a los clientes abarcar sus necesidades multidisciplinares para cubrir parámetros interrelacionados ya no son una mercancía, sino una necesidad solicitada. Y los datos que captan estos sensores sobre el terreno se administran en plataformas horizontales de rápido crecimiento capaces de visualizar, analizar y controlar las aplicaciones industriales.
En la era de las comunicaciones integradas, sólo las empresas preparadas para proyectos multisectoriales (mediante sus propias capacidades o una fuerte colaboración en asociación) estarán preparadas para afrontar proyectos multidisciplinares con el fin de que el negocio esté preparado para las necesidades globales inmediatas y del futuro próximo.