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Dic. 2024

El Instituto Geológico de Cataluña refuerza la vigilancia en barrios afectados por hundimientos con la tecnología Worldsensing

El Instituto Geológico de Cataluña refuerza la vigilancia en barrios afectados por hundimientos con la tecnología Worldsensing

Visión general

  • La tecnología desarrollada por la empresa catalana Worldsensing consiste en una red de sensores GNSS autónomos y se probará en Sallent, una zona cercana a Barcelona, vigilada por el ICGC.
  • El barrio de Sallent se construyó en terrenos situados sobre una antigua mina de sal de gran profundidad, que provoca continuos hundimientos, lo que motivó su evacuación hace unos años.
  • El instituto catalán mantiene una red de seguimiento continuo del movimiento del suelo en superficie y en profundidad, y elabora un boletín mensual de resultados.

El Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC) ha contribuido a la instalación de un innovador sensor que actualmente se está probando en un barrio de Sallent que lleva más de dos décadas vigilado debido a los continuos hundimientos del terreno. Con esta iniciativa, Sallent sirve como banco de pruebas para validar sistemas avanzados de monitorización que podrían ofrecer nuevas soluciones para desafíos similares en otros lugares.

Sallent, un municipio de la provincia de Barcelona (España), incluye un barrio conocido como «Barri de l'Estació», construido sobre terrenos situados encima de una mina de sal profunda clausurada. Este tipo de suelo es especialmente propenso al hundimiento, agravado por su composición salina, que lo hace altamente erosivo. Además, la presencia de una cavidad natural en la zona ha agravado la inestabilidad latente del suelo.

Los efectos del hundimiento se hicieron patentes en 1997, con la aparición de grietas en las casas. La situación empeoró constantemente, por lo que se empezó a vigilar el movimiento del suelo, tanto en superficie como en profundidad. Este seguimiento permitió identificar y caracterizar el fenómeno, predecir los daños estructurales que podían sufrir los edificios y, en última instancia, declarar la zona no apta para uso residencial.

La vigilancia fue la base para crear un sistema de alerta local mientras el barrio seguía habitado, garantizando la seguridad de sus residentes. Las autoridades locales de Protección Civil pusieron en marcha un plan de gestión especializado correspondiente a los distintos niveles de alerta surgidos.

En 2009, el Gobierno catalán ordenó finalmente la evacuación del barrio y la reubicación de sus aproximadamente 150 residentes. En la actualidad, la zona está deshabitada y casi todas las estructuras han sido demolidas. Sólo una carretera permanece abierta al tráfico, a la espera de ser desviada por un terreno más seguro.

Más de 20 años de seguimiento

Desde la evacuación del barrio, el ICGC ha reducido sus actividades de vigilancia debido a la disminución del riesgo, pero sigue manteniendo una red básica mientras determinadas infraestructuras sigan en uso y planteen algún nivel de riesgo. Los movimientos del subsuelo se controlan mediante extensómetros en sondeos, mientras que los cambios del nivel de la superficie se siguen automáticamente mediante una estación robotizada. Cada mes, el ICGC publica un boletín en el que se resumen y evalúan los niveles de subsidencia, que se comparte con el Ayuntamiento y Protección Civil.

A lo largo de más de dos décadas de observación y medición, se ha confirmado que el terreno sigue moviéndose sin cesar y se prevé que lo haga indefinidamente. Desde que el ICGC inició el seguimiento, el Barri de l'Estació se ha hundido aproximadamente dos metros en su zona más afectada. Este amplio conjunto de datos ha convertido el lugar en un caso de referencia para comprender los fenómenos de subsidencia y para probar y validar los sistemas de monitorización del terreno.

Probar nuevas tecnologías

Los años de experiencia en la monitorización del caso de Sallent han permitido al ICGC ofrecerlo como lugar de ensayo y validación de sistemas de monitorización innovadores que puedan aportar soluciones en escenarios similares. En línea con este objetivo, se ha instalado un nuevo sensor GNSS (Sistema Global de Navegación por Satélite), desarrollado por la empresa Worldsensing. Este sensor funciona de forma autónoma, inalámbrica y en red, lo que permite mejorar la precisión.

Despliegue en Sallent del nuevo sensor GNSS de Worldsensing

El nuevo sensor que se está probando complementa el sistema de vigilancia convencional existente, lo que permite validar de forma cruzada sus mediciones.

Riesgos geológicos en Cataluña

Los fenómenos geológicos que suponen riesgos para la sociedad son muy variados y difieren tanto en sus escalas temporales como en su impacto espacial. En Cataluña, el riesgo geológico más importante son las inundaciones fluviales y costeras, seguidas de los movimientos del terreno como deslizamientos y hundimientos.

La vigilancia del terreno es una herramienta crucial para la gestión de los riesgos geológicos, ya que permite conocer la dinámica y los factores que contribuyen a estos fenómenos. Este conocimiento permite optimizar las medidas de mitigación de riesgos, ya sea mediante el diseño de estructuras de protección o la planificación del uso del suelo y las actividades basadas en predicciones del comportamiento del terreno a lo largo del tiempo.

Los distintos lugares en los que el ICGC interviene en alguna medida en la gestión de riesgos conforman la red de auscultación geotécnica (XAG) que integra diferentes sensores en función de la variable a medir. Principalmente se mide el movimiento del terreno, tanto en profundidad como en superficie y sus consecuencias sobre las estructuras construidas, así como los factores que influyen en el comportamiento del terreno (acción del agua y agentes ambientales).

Los distintos emplazamientos en los que el ICGC interviene en la gestión de riesgos forman la red de auscultación geotécnica (XAG), que integra diferentes sensores en función de las variables específicas que se miden. Principalmente, la red monitoriza el movimiento del terreno, tanto subsuperficial como superficial, así como los impactos sobre las estructuras construidas. También se controlan otros factores que influyen en el comportamiento del suelo, como la actividad del agua y los agentes medioambientales.

El ICGC vigila diversos riesgos geológicos, como hundimientos y colapsos (Sallent, Súria), hinchamientos del terreno (Barberà de la Conca, Sant Vicenç dels Horts), desprendimientos (Sant Esteve Sesrovires), desprendimientos de rocas (Montserrat, Sant Miquel del Fai) y retroceso de escarpes (Castellfollit de la Roca), entre otros.

Todas las imágenes son cortesía del ICGC.

Este artículo fue publicado originalmente en la sala de prensa del Gobierno catalán el 24 de noviembre de 2024. Se puede acceder al artículo original aquí.