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Infraestructura Ambiental

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3 formas en que la vigilancia de las infraestructuras puede ayudar a reducir las emisiones de carbono

3 formas en que la vigilancia de las infraestructuras puede ayudar a reducir las emisiones de carbono

Visión general

El mundo está centrado en frenar las emisiones de carbono, ya que Glasgow acoge esta semana la 26ª Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). El reto es de enormes proporciones, ya que un estudio de la ONU reveló el mes pasado que ni siquiera los últimos compromisos de descarbonización de todo el mundo evitarán un calentamiento global catastrófico. ¿Puede la vigilancia de las infraestructuras desempeñar un papel, por pequeño que sea? Creemos que sí, de tres maneras.

Prolongar la vida útil de las infraestructuras

El objetivo de la COP26 es que los países se comprometan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero en la práctica la mitigación del cambio climático también exigirá cambios en la forma en que tratamos las infraestructuras. El cemento, principal ingrediente del hormigón, es responsable de hasta el 8% de las emisiones mundiales de carbono, contribuyendo más al cambio climático que cualquier otro país aparte de China, EE.UU. o India. Está claro que para alcanzar los objetivos climáticos mundiales será necesario cambiar la forma en que se produce el cemento.

Pero a corto plazo, la forma más fácil de reducir las emisiones relacionadas con el cemento es simplemente no construir tanto, lo que implica mantener las estructuras existentes durante más tiempo. Cada vez que una estructura se derrumba o se derriba, nos obliga a crear más emisiones a través de actividades como la demolición, el transporte y la reconstrucción. Y las emisiones no proceden sólo del cemento, sino también de otros materiales y en el propio proceso de construcción. A este respecto, la mejora de la vigilancia puede contribuir a prolongar la vida útil de las estructuras al permitir detectar los fallos a tiempo.

Cada problema estructural que se repara a tiempo no sólo contribuye a mejorar la seguridad, sino que también reduce la producción de gases de efecto invernadero.

Mejorar la resistencia de las estructuras críticas

Aunque el debate de la COP26 se centra, con razón, en mantener el calentamiento global en niveles manejables, cada vez se es más consciente de que cierto aumento de la temperatura será inevitable, y esto ya está teniendo repercusiones en nuestro clima. El empeoramiento de las tormentas, las inundaciones y otros fenómenos climáticos catastróficos son cada vez más frecuentes, y a menudo afectan de forma desproporcionada a las poblaciones con menos capacidad para resistirlos.

Por esta razón, las conversaciones de la COP26 incluyen cómo proteger urgentemente las comunidades y los hábitats naturales en riesgo por el cambio climático. Con el tiempo, será cada vez más necesario vigilar la integridad de infraestructuras clave como presas, defensas contra inundaciones, diques fluviales, etcétera. La vigilancia inalámbrica de largo alcance y bajo consumo es la forma más eficaz y rentable de conseguirlo. Además, reduce las emisiones relacionadas con la vigilancia, ya que elimina en gran medida la necesidad de visitar las obras.

Comprobación de la integridad de los sumideros de carbono

Hemos emitido tanto carbono a la atmósfera que no bastará con frenar las emisiones para detener el cambio climático. En su lugar, la mayoría de las vías para la neutralidad del carbono contemplan ahora la reducción del CO2 atmosférico, por ejemplo mediante la reforestación o un proceso denominado captura y almacenamiento de carbono (CAC). En la CAC, el carbono se captura de procesos industriales o directamente del aire y luego se almacena bajo tierra.

Noruega tiene previsto almacenar 1,5 millones de toneladas de carbono al año en su proyecto Northern Lights, y los Países Bajos aspiran a 2,5 millones de toneladas con el proyecto Port of Rotterdam CO₂ Transport Hub and Offshore Storage. Pero para que estos proyectos tengan éxito, es importante que las instalaciones subterráneas de almacenamiento de carbono, que a menudo se encuentran en antiguos yacimientos de petróleo y gas, sean adecuadas. Y para lograrlo, será fundamental una supervisión precisa.

En Worldsensing ya tenemos experiencia en este campo tras asociarnos con Class VI Solutions, de Oakland (California), para instalar equipos de monitorización de fondo de pozo en un pozo de inyección para el almacenamiento geológico de CO₂ en un proyecto en Hontomín (España).

Una contribución pequeña pero significativa a la resistencia climática

La emergencia climática está demostrando la necesidad de cambiar nuestros modelos de consumo en la dirección de una economía circular, en la que se tengan plenamente en cuenta las repercusiones medioambientales y sociales y se pongan en primer plano consideraciones como la longevidad y la eficiencia. La tecnología ya está ayudando a lograr este cambio en algunos ámbitos, y en el campo de las infraestructuras críticas, está claro que la monitorización remota puede desempeñar un papel pequeño pero significativo en la reducción del uso de materiales, del esfuerzo humano y de las emisiones.

En Wordsensing estamos comprometidos con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, y en particular con el objetivo 9: construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación. Especialmente en los últimos cinco años, diferentes equipos de Worldsensing han trabajado para mejorar la sostenibilidad de las soluciones de monitorización inalámbrica a través de proyectos como Harvestore y Greenedge. Para obtener más información sobre cómo la tecnología de monitorización inalámbrica remota podría desempeñar un papel en su estrategia de sostenibilidad, hable con nosotros ahora.