La detección remota en tiempos de la COVID-19: justo lo que recetó el médico

Las empresas de todo el mundo están siendo trastornadas por la pandemia de COVID-19 causada por una nueva cepa de coronavirus. En todo el mundo, los trabajadores se quedan en casa para contener la propagación del contagio. La construcción se detiene. La minería se detiene. El tráfico está desapareciendo. Pero incluso cuando las infraestructuras críticas permanecen inactivas, es necesario vigilarlas. Los puentes no dejan de derrumbarse sólo porque no haya nadie dentro de ellos. Las presas no dejan de presentar fallas cuando la gente que está debajo de ellas deja de moverse.

De hecho, se podría argumentar que la necesidad de supervisión es más acuciante ahora que en otras ocasiones. Personas del sector han revelado que las operaciones de supervisión manual se han reducido al mínimo como resultado de las políticas de cierre. Con menos gente fuera de casa, hay más posibilidades de que los problemas en las infraestructuras críticas pasen desapercibidos. Se realizan menos controles. El mantenimiento queda en suspenso. Para las empresas que dependen de la supervisión manual, esto es un problema.

El riesgo de exponer a los trabajadores al COVID-19 debe sopesarse con el riesgo de pasar por alto posibles fallos de la infraestructura. Ninguno de los dos riesgos es deseable. Y este es un problema que no va a desaparecer. A la actual oleada de casos de COVID-19 podrían seguir otras. De ahí que sea de vital importancia asegurarse de que las operaciones de vigilancia son resistentes ante acontecimientos como la pandemia de coronavirus.

Las ventajas de la supervisión a distancia

En la actualidad, las organizaciones que han desplegado tecnologías de teledetección tienen mucho menos de qué preocuparse. Los sistemas de vigilancia inalámbricos permiten comprobar el estado de las infraestructuras críticas desde cualquier lugar del mundo. Como dice Albert Zaragoza: "Donde la gente no puede moverse libremente, como estamos viviendo ahora, el hecho de que puedas continuar tus operaciones de forma remota, sin poner en riesgo ninguna vida, hace que merezca la pena explorar esta tecnología."

Evidentemente, las empresas no han instalado sistemas de vigilancia a distancia en previsión de un cierre mundial provocado por una pandemia. El motor más común para las instalaciones es el financiero, ya que la monitorización remota ofrece un claro retorno de la inversión. Sin embargo, en el contexto actual, estos sistemas contribuyen a mantener la seguridad de las infraestructuras críticas, al tiempo que permiten que el personal de supervisión también se mantenga seguro, accediendo a los tableros de control y herramientas similares sin tener que desplazarse.

Permitir que el trabajo continúe desde casa

Zaragoza dice: "En estos tiempos, ... es más importante poder controlar todos tus activos desde un punto centralizado".

Puede ser una oficina, dice, o "ahora mismo, con la computación en la nube disponible, desde casa. Nuestros clientes tienen departamentos de TI realmente potentes. Pueden hacer que sus empleados supervisen sus infraestructuras desde casa, gracias a nuestra tecnología. Eso es una gran ventaja".

En los casos en que las obras deben continuar, por ejemplo en el proyecto de construcción del aeropuerto Jewel Changi, los sistemas de teledetección permiten a los equipos de vigilancia realizar su trabajo sin tener que mezclarse con los obreros de la construcción, lo que contribuye a las medidas de distanciamiento social. Y mientras continúe la incertidumbre sobre la duración de los cierres en todo el mundo, los técnicos de vigilancia pueden estar seguros de que sistemas como la gama de productos Worldsensing están diseñados para durar años sobre el terreno sin necesidad de mantenimiento ni sustitución.

La emergencia del coronavirus está arrojando luz sobre muchas facetas de la sociedad moderna que a menudo se pasan por alto, desde la necesidad de contar con sistemas sanitarios resistentes hasta el valor de la acción social cohesionada. Y cuando se trata de infraestructuras críticas, dice Zaragoza: "Creo que es realmente importante tener nuestra tecnología desplegada allí".

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